DE LA FILOSOFÍA Y LOS FILÓSOFOS…HOY por Marcelo Lobosco
Las imágenes colectivas instaladas en la vida cotidiana, sobre el hacer y profesión de los filósofos son de lo más disímiles, insólitas e inesperadas. La primera, está vinculada a aquel sujeto poseedor de barba y túnica que surge de la mezcla de Aristóteles y Alejandro Magno, por supuesto inexistente en nuestra época. La segunda imagen está vinculada a gente muy especial, que se dedica a una profesión esotérica, misteriosa de rituales iniciáticos, sobre temas como la sustancia de las amebas o la inmortalidad del cangrejo, temas que por supuesto son sumamente "prácticos" y "necesarios". Hay una tercera imagen instalada, que surge frente a nuestra confesión de filósofos: la sensación de sorpresa, escozor, mezclada con una falsa admiración, y que hace que nos respondan con estas palabras: "Ah... qué bien... ¡Quién pudiera dedicarse a esas cosas espirituales!…” Finalmente y para simplificar, aparece una cuarta imagen sedimentada en contextos sociales ...
Comentarios
Publicar un comentario