DE LA FILOSOFÍA Y LOS FILÓSOFOS…HOY por Marcelo Lobosco


Las imágenes colectivas instaladas en la vida cotidiana, sobre el hacer y profesión de los filósofos son de lo más disímiles, insólitas e inesperadas. La primera, está vinculada a aquel sujeto poseedor de barba y túnica que surge de la mezcla de Aristóteles y Alejandro Magno, por supuesto inexistente en nuestra época.

La segunda imagen está vinculada a gente muy especial, que se dedica a una profesión esotérica, misteriosa de rituales iniciáticos, sobre temas como la sustancia de las amebas o la inmortalidad del cangrejo, temas que por supuesto son sumamente "prácticos" y "necesarios".

Hay una tercera imagen instalada, que surge frente a nuestra confesión de filósofos: la sensación de sorpresa, escozor, mezclada con una falsa admiración, y que hace que nos respondan con estas palabras: "Ah... qué bien... ¡Quién pudiera dedicarse a esas cosas espirituales!…”

Finalmente y para simplificar, aparece una cuarta imagen sedimentada en contextos sociales con pocas posibilidades educativas: la figura del filósofo como adivinador del futuro, descifrador de los misterios individuales y cosmológicos. Sin embargo, con mayor o menor conocimiento de causa, siempre nuestros ocasionales interlocutores esconden una pregunta después de la profesión de fe: " Ah... ¿Ud. es filósofo?... Qué interesante... Pero, ¿de qué trabaja?.. ¿Qué hace?"

Pero esas imágenes casi mitológicas no tienen asidero en los tiempos modernos. La función profesional del filósofo va por carriles muy diferentes. El filósofo trabaja con discursos, con conceptos. La materia prima industrial, el objeto, la cosa con la cual realiza su hacer son las palabras, los conceptos, las ideas, que descubre en su mente, en los libros, en las actitudes de sus semejantes, en los rostros de sus conciudadanos, en las leyes promulgadas, en los discursos políticos escritos y en las teorías científicas vigentes

De la profesión de entonces y estos días

En los siglos XVII y XVIII un filósofo sabía matemática, física, teoría política, ética, teoría del conocimiento, metafísica e historia universal. Pero hoy la especialización ha arribado, también al continente filosófico; entre las diversas especializaciones podemos mencionar filósofos que estudian y reflexionan sobre:
a) Lógica, matemática y se dedican a temas como geometrías no euclidianas, inteligencia artificial, lógicas difusas, etc.

b) Problemas teóricos involucrados en la investigación física, biológica, etc., los métodos de contrastación de hipótesis de estas disciplinas, y son epistemólogos de las Ciendas Fácticas.

c) Problemas teóricos o prácticos involucrados en la investigación de los científicos sociales y trabajan con sociólogos, antropólogos,  comunicadores  sociales,  politicólogos o abogados y son epistemólogos de las ciencias sociales.

d) Problemas como la libertad, el dolor, la felicidad, el bien; son los que se dedican a la Ética.

e) La realidad social, el imaginario social, el poder; son los filósofos políticos.

f) El arte, la estética, la metáfora visual o linguística, la belleza en sus diversas manifestaciones.

g) Un concepto en la obra de un autor antiguo (Platón, Aristóteles) o un autor medieval (San Agustín, Santo Tomás) o moderno (Descartes, Kant, Hegel) o contemporáneo (Sartre, Wittgenstein, Russell, Heidegger).


Se lo suele identificar con el misterio porque muchas veces, se requiere en su actividad la compañía de la soledad, del bullicio de los libros, de la vigía de las bibliotecas, del sonido de las computadoras, donde el filósofo estudia, medita, piensa... Pero a su vez suele vincularse profesional y críticamente con instituciones para desempeñarse como: (i) Profesor Universitario; (ii) Investigador en alguna Fundación, Organismo para estudiar, investigar, según sea su especialidad, por ejemplo: sobre la teoría matemática hoy, el discurso político y el imaginario de los porteños, la investigación científica según Einstein o la democracia liberal según Locke. (iii) Asesorar de proyectos educativos, de salud y políticos, sobre la solvencia teórica de los mismos. La filosofía es una profesión específica, aunque no muy incorporada en nuestro acervo cultural.

La  actitud del filósofo es la crítica, y esto se vincula con la otra arista del filósofo: la crítica social: a las actitudes, modelos, instituciones, a la ideología de las clases dominantes, que ocupan espacios públicos en función de intereses sectoriales, que realizan proyectos de leyes en función de esos mismos intereses y utilizan medios de comunicación para privilegiar el modelo del hombre-consumidor, en vista de la última gran conquista que ofrece a la humanidad Europa y Estados Unidos: El Mercado.

Para ejercitar esta crítica social el filósofo utiliza diferentes canales, para intentar que las sombras no se confundan con la luz, el consumo con la belleza, la corrupción con el bien moral.

Esta es la función social del filósofo: clarificar las conciencias de sus semejantes en su camino, buscar una verdad que nunca se deja conquistar es su destino.























Trabajo presentado en la revista Dialogos de la Asociación de Profesores de filosofia (SAPFI), en ocasión de suceder en la Presidencia de la misma, al Lic. Guillemo Obiols, Dic. 1998,




Comentarios

Entradas populares de este blog

Las Tecnologías, las Prácticas Sociales y el Trabajo de la Memoria

Filosofía política educativa.

Perplejidades y Paradojas: La racionalidad como sintetizadora curricular e histórico Social de una democracia global debilitada II