Articulo Editado por UNESCO en el Día Internacional de la Filosofía, UNESCO Chile, 2005 ¿Cuál es la experiencia de la enseñanza de la filosofía en las aulas? *Marcelo Lobosco (ARGENTINA)
En primer término me parece importante agradecer al doctor
Humberto
Giannini por hacer este encuentro y a dos personas que son muy
importantes en Argentina y en América Latina. Me refiero a la doctora Alya
Saada, funcionaria de la UNESCO que hace mucho por la filosofía, y al
doctor Patrice Vermeren, una figura muy relevante para nosotros, jefe de
las cátedras UNESCO, quien piensa que éstas son un polo de excelencia
filosófica viviente, apoyada en una tradición donde la modernidad no es la
repetición de lo mismo sino la invención de lo nuevo.
En segundo término, lo que quiero decir es que hay un texto, que
salió en los Cuadernos Críticos de Filosofía de la Universidad de París VIII,
donde Patrice se pregunta: ¿Se puede forzar a un pueblo a ser libre? Y
ustedes se pueden preguntar: ¿Y esto qué tiene que ver con la filosofía?”
Bueno, justamente partimos del presupuesto de que la filosofía es
una disciplina que sintetiza lo que pasa en un diseño curricular y sintetiza
lo que pasa en un momento histórico. La filosofía no es un discurso monolingüístico
que trabaja sobre sí mismo, sino que es un discurso que interpela
a las prácticas sociales, que tiene que ver con las prácticas sociales,
una disciplina de síntesis que trabaja con las representaciones sociales,
con el imaginario social, y que tiene que traducir al concepto esas representaciones
sociales.
Hay un trabajo de interacción, y este es un presupuesto fuerte, entre
el imaginario social y los conceptos. Entre lo que Sartre llamaba el universal
y el singular (…) En la actualidad nos movemos dentro de una lógica
identitaria, es decir una lógica donde hay un modelo de racionalidad que
es reducido y que no da lugar a la alteridad, a los otros… y después vemos
lo que pasa políticamente cuando no se da lugar a los otros.
Entonces, frente a esa cuestión, la filosofía tiene algo que decir. Y por
eso nos pareció muy importante, y de ahí el aporte de la oficina UNESCO
de México, de impulsarnos a trabajar la relación entre fi losofía, diseño
curricular y, como muy bien decía el profesor Langón, prácticas sociales.
Las prácticas sociales emiten sentido, nos dicen algo. Si el fi lósofo o el
profesor de filosofía se centra solamente en Sócrates, Platón o Aristóteles,
es como decir “30 gotas antes de cada comida”…La filosofía tiene que
ver con el pensamiento. Y el pensamiento tiene que ver con interpelar las
prácticas, con interpelar el imaginario, con traducir las representaciones
colectivas a los conceptos, porque si no, la filosofía nos sirve como un discurso
aristocrático, un discurso de gente fina, un discurso de gente elocuente,
de gente que pasamos por la civilización, pero no tenemos nada
que ver con la filosofía. Por eso es muy importante que en la UNESCO, en
el Subdirector General, en las distintas representaciones, en la jefatura de
Filosofía, se haya originado el humanizar las prácticas.
El “Día de la Filosofía” yo lo leo como el humanizar las prácticas, las
prácticas económicas, jurídicas, políticas, para no orientarnos solamente
por un pensamiento guiado por la lógica de la mismidad. Veo una lógica
de la mismidad allí donde hay un solo modelo de racionalidad, sin
modelos alternativos; sin un pensamiento donde se pueda recuperar los
núcleos éticos míticos constitutivos de la cultura de un lugar.
Y la filosofía sí tiene algo que decir. Porque si la filosofía no dice nada
no sirve; si no interpela las prácticas, si no toca, no roza la sensibilidad,
para después hacernos pensar conceptualmente, no sirve. Por eso fue
muy importante, muy interesante y relevante esta encuesta que se originó
en la oficina UNESCO de México con la doctora Saada, propulsora de
este tipo de cuestiones: la relación entre filosofía, diseños curriculares y
prácticas sociales. (…)
Entonces acá volvemos a la pregunta de este texto de Vermeren:
¿Puede un pueblo obligarse a ser libre? Y esto ¿qué tiene que ver con la
filosofía? Tiene que ver con esto de interpelar las prácticas.
¿Y cuál es la utopía filosófica? Favorecer el rol de la filosofía. Esto
tiene que ver con la encuesta que realizamos en varios países y en donde
hubo una serie de representantes: el profesor Mauricio Langón por Uruguay;
el profesor Walter Cohan por Brasil; Iván Avello por Chile; Luis Vaca
por Bolivia, y representantes de distintos países: Argentina, Bolivia, Chile,
Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala, México y Venezuela, entre otros.
Estamos completando el procesamiento de datos, pero esos datos ¿para
qué nos sirven? Para pensar la relación, reitero, entre filosofía, diseños
curriculares y las prácticas sociales; cómo se traslada lo que se piensa
curricularmente y el corte que se hace en las prácticas sociales.
Entonces, la utopía filosófica tiene que ver con favorecer el rol de la
filosofía en las prácticas sociales democráticas, pensando la filosofía no
solamente como una lógica de la mismidad (…) sino dando lugar a la
alteridad. El otro tiene algo que decirnos, el otro nos hace pensar. Es el
famoso problema del otro, de Paul Ricoeur, de Levinas, de Sartre. El otro
me interpela con la mirada, ustedes me interpelan a mí, en este momento,
con su mirada. Hay una relación pre–reflexiva entre nosotros y ustedes, lo
que tiene que ver con poder pensarnos.
La filosofía tiene algo que decir si es una filosofía viviente y no solamente
una filosofía de la lógica identitaria, que se habla a sí misma,
enciclopédica, encerrada en la Universidad, un proyecto de investigación
para mí mismo, para sentirme más omnipotente, pero que no incide en las
prácticas democráticas de los pueblos, que no incide en las cuestiones
sociales, que no humaniza las prácticas. En ese caso, hay un divorcio
entre los filósofos, los economistas, los políticos, etc. (…)
Esta encuesta tiene varios antecedentes. Uno de ellos está en un
filósofo y periodista muy interesante que se llama Roger Pol–Droit, que
vive en Francia y que escribió un libro que se llama “¿Se puede vivir en
convivencia con los filósofos?” La encuesta tiene como objetivo la educación
filosófica entendida como una práctica que permite desarrollar (…),
lo que dice Walter Kohan, el pensamiento crítico, interrogar las prácticas,
las prácticas sociales y reflexionar sobre la noción de ciudadanía. (…)
En este libro Vermeren nos dice: “Como ustedes saben, la filosofía,
no defiende pura y simplemente un punto de vista. Se dice en qué condiciones
puedo yo iniciar tal o cual tesis, cuáles son las condiciones de
posibilidad de iniciar tal o cual tesis o bien en qué condiciones puedo
enunciar tal o cual tesis contraria”.
Una interrogación filosófica es una interrogación que desplaza la opinión.
Es decir sacamos a la Filosofía del museo de ciencias naturales,
para ponerla en las cuestiones de lo real.
Una interrogación filosófica es una interrogación que desplaza la opinión.
La opinión nunca es una pregunta. La opinión siempre es una respuesta,
una respuesta yo diría anquilosada: ya está, es lo dado. Los médicos,
los odontólogos generalmente dicen: “Es así, la realidad no se puede
cambiar”. Y ésta es la utopía filosófica. Como ustedes saben, la ignorancia
no es la reacción de aquél que no contesta una pregunta, sino de aquél que
siempre tiene una respuesta para todas las preguntas. Entonces el lugar de
la filosofía es desplazar las opiniones de lo dado, el mundo de lo dado.
Esta es la cuestión de la modernidad (…) donde se ve el rol de la filosofía
en cada uno de los países. Hay países en que la filosofía se tornó más
metafísica, nada que ver con lo real. Hay países en que se le vinculó más a
la cuestión de la salud, hay países donde se diluyó a partir de las reformas
educativas y se transformó, por ejemplo, en formación ética y ciudadanía.
Entonces, digamos que la filosofía ha tenido distintos roles a partir
de las reformas. Y la filosofía incide en lo real, es un discurso crítico que
incide en lo real. Esto lo saben en la historia de los filósofos. Cuando a
Sartre lo iban a tomar preso, un ministro de De Gaulle dijo “no tomen preso
a Voltaire”. De Gaulle era un estadista. Entonces ésta es una cuestión muy
importante. A Santo Tomás de Aquino, patrono de la iglesia, lo corrió la
Inquisición. Es decir, la filosofía tiene algo que ver con lo real.
Entonces, en la encuesta que hemos trabajado arduamente, con mucho
rigor, hemos trabajado la organización institucional, es decir el cómo
se organizan institucionalmente los estudios filosóficos.
¿Cuál es la formación de los profesores de filosofía? Hay países donde
los abogados, la gente de otras disciplinas instituyen y reducen el
concepto de lo que es filosofía y no trabajan filosóficamente abriendo la
posibilidad de un pensamiento que recupere lo propio. El famoso Sapere
Aude de Kant. Cuál es la relevancia de la enseñanza de la filosofía. Y
esto tiene que ver con la cantidad de horas y con la modalidad como se
enseñan esas horas.
Es un trabajo muy arduo pues, en un país la filosofía es metafísica, es
“a–ideológica”, no tiene nada que ver con las prácticas sociales, no tiene
nada que ver con la modificación de lo real. Está ahí, es muy importante,
todo el mundo la valora. Pero la incidencia en lo histórico, el corte en lo
histórico, el meterse en la realidad no tiene nada que ver. Por otro lado,
no en todos los países se leen los filósofos propios de cada país. Se leen
filósofos de otros países. Se lee la filosofía universal. Está la cuestión de la
dialéctica entre lo particular y lo universal.
Todos somos humanistas, pero no todos jugamos para la misma humanidad.
Hay los que jugamos por una humanidad más chiquita, en que quepa
menos gente y otros por una humanidad más amplia. Y por eso es muy
importante este Día de la Filosofía que, por suerte, ha instituido la UNESCO
y que tiene que ver con esto de humanizar las prácticas. Las prácticas sociales
emiten sentido y uno puede leerlas metalingüísticamente.
La filosofía tiene que ver indirectamente con la política, pero incide.
Hay un texto de Decombes, en inglés, que se llama La filosofía lo mismo
y lo otro. Qué hacemos con el tema del otro. Si es diferente a mí y se viste
diferente a mí, ¿ya es irracional?, ¿es absolutamente otro?, ¿es absolutamente
irracional y por lo tanto no puede entrar en una comunidad, donde
vivamos juntos?, ¿yo tolero al otro?, es decir, no me lo banco, pero lo tolero.
¿O lo acepto, tal como es, con sus virtudes y sus defectos? Trato de
pensarme con el otro.
Giannini por hacer este encuentro y a dos personas que son muy
importantes en Argentina y en América Latina. Me refiero a la doctora Alya
Saada, funcionaria de la UNESCO que hace mucho por la filosofía, y al
doctor Patrice Vermeren, una figura muy relevante para nosotros, jefe de
las cátedras UNESCO, quien piensa que éstas son un polo de excelencia
filosófica viviente, apoyada en una tradición donde la modernidad no es la
repetición de lo mismo sino la invención de lo nuevo.
En segundo término, lo que quiero decir es que hay un texto, que
salió en los Cuadernos Críticos de Filosofía de la Universidad de París VIII,
donde Patrice se pregunta: ¿Se puede forzar a un pueblo a ser libre? Y
ustedes se pueden preguntar: ¿Y esto qué tiene que ver con la filosofía?”
Bueno, justamente partimos del presupuesto de que la filosofía es
una disciplina que sintetiza lo que pasa en un diseño curricular y sintetiza
lo que pasa en un momento histórico. La filosofía no es un discurso monolingüístico
que trabaja sobre sí mismo, sino que es un discurso que interpela
a las prácticas sociales, que tiene que ver con las prácticas sociales,
una disciplina de síntesis que trabaja con las representaciones sociales,
con el imaginario social, y que tiene que traducir al concepto esas representaciones
sociales.
Hay un trabajo de interacción, y este es un presupuesto fuerte, entre
el imaginario social y los conceptos. Entre lo que Sartre llamaba el universal
y el singular (…) En la actualidad nos movemos dentro de una lógica
identitaria, es decir una lógica donde hay un modelo de racionalidad que
es reducido y que no da lugar a la alteridad, a los otros… y después vemos
lo que pasa políticamente cuando no se da lugar a los otros.
Entonces, frente a esa cuestión, la filosofía tiene algo que decir. Y por
eso nos pareció muy importante, y de ahí el aporte de la oficina UNESCO
de México, de impulsarnos a trabajar la relación entre fi losofía, diseño
curricular y, como muy bien decía el profesor Langón, prácticas sociales.
Las prácticas sociales emiten sentido, nos dicen algo. Si el fi lósofo o el
profesor de filosofía se centra solamente en Sócrates, Platón o Aristóteles,
es como decir “30 gotas antes de cada comida”…La filosofía tiene que
ver con el pensamiento. Y el pensamiento tiene que ver con interpelar las
prácticas, con interpelar el imaginario, con traducir las representaciones
colectivas a los conceptos, porque si no, la filosofía nos sirve como un discurso
aristocrático, un discurso de gente fina, un discurso de gente elocuente,
de gente que pasamos por la civilización, pero no tenemos nada
que ver con la filosofía. Por eso es muy importante que en la UNESCO, en
el Subdirector General, en las distintas representaciones, en la jefatura de
Filosofía, se haya originado el humanizar las prácticas.
El “Día de la Filosofía” yo lo leo como el humanizar las prácticas, las
prácticas económicas, jurídicas, políticas, para no orientarnos solamente
por un pensamiento guiado por la lógica de la mismidad. Veo una lógica
de la mismidad allí donde hay un solo modelo de racionalidad, sin
modelos alternativos; sin un pensamiento donde se pueda recuperar los
núcleos éticos míticos constitutivos de la cultura de un lugar.
Y la filosofía sí tiene algo que decir. Porque si la filosofía no dice nada
no sirve; si no interpela las prácticas, si no toca, no roza la sensibilidad,
para después hacernos pensar conceptualmente, no sirve. Por eso fue
muy importante, muy interesante y relevante esta encuesta que se originó
en la oficina UNESCO de México con la doctora Saada, propulsora de
este tipo de cuestiones: la relación entre filosofía, diseños curriculares y
prácticas sociales. (…)
Entonces acá volvemos a la pregunta de este texto de Vermeren:
¿Puede un pueblo obligarse a ser libre? Y esto ¿qué tiene que ver con la
filosofía? Tiene que ver con esto de interpelar las prácticas.
¿Y cuál es la utopía filosófica? Favorecer el rol de la filosofía. Esto
tiene que ver con la encuesta que realizamos en varios países y en donde
hubo una serie de representantes: el profesor Mauricio Langón por Uruguay;
el profesor Walter Cohan por Brasil; Iván Avello por Chile; Luis Vaca
por Bolivia, y representantes de distintos países: Argentina, Bolivia, Chile,
Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala, México y Venezuela, entre otros.
Estamos completando el procesamiento de datos, pero esos datos ¿para
qué nos sirven? Para pensar la relación, reitero, entre filosofía, diseños
curriculares y las prácticas sociales; cómo se traslada lo que se piensa
curricularmente y el corte que se hace en las prácticas sociales.
Entonces, la utopía filosófica tiene que ver con favorecer el rol de la
filosofía en las prácticas sociales democráticas, pensando la filosofía no
solamente como una lógica de la mismidad (…) sino dando lugar a la
alteridad. El otro tiene algo que decirnos, el otro nos hace pensar. Es el
famoso problema del otro, de Paul Ricoeur, de Levinas, de Sartre. El otro
me interpela con la mirada, ustedes me interpelan a mí, en este momento,
con su mirada. Hay una relación pre–reflexiva entre nosotros y ustedes, lo
que tiene que ver con poder pensarnos.
La filosofía tiene algo que decir si es una filosofía viviente y no solamente
una filosofía de la lógica identitaria, que se habla a sí misma,
enciclopédica, encerrada en la Universidad, un proyecto de investigación
para mí mismo, para sentirme más omnipotente, pero que no incide en las
prácticas democráticas de los pueblos, que no incide en las cuestiones
sociales, que no humaniza las prácticas. En ese caso, hay un divorcio
entre los filósofos, los economistas, los políticos, etc. (…)
Esta encuesta tiene varios antecedentes. Uno de ellos está en un
filósofo y periodista muy interesante que se llama Roger Pol–Droit, que
vive en Francia y que escribió un libro que se llama “¿Se puede vivir en
convivencia con los filósofos?” La encuesta tiene como objetivo la educación
filosófica entendida como una práctica que permite desarrollar (…),
lo que dice Walter Kohan, el pensamiento crítico, interrogar las prácticas,
las prácticas sociales y reflexionar sobre la noción de ciudadanía. (…)
En este libro Vermeren nos dice: “Como ustedes saben, la filosofía,
no defiende pura y simplemente un punto de vista. Se dice en qué condiciones
puedo yo iniciar tal o cual tesis, cuáles son las condiciones de
posibilidad de iniciar tal o cual tesis o bien en qué condiciones puedo
enunciar tal o cual tesis contraria”.
Una interrogación filosófica es una interrogación que desplaza la opinión.
Es decir sacamos a la Filosofía del museo de ciencias naturales,
para ponerla en las cuestiones de lo real.
Una interrogación filosófica es una interrogación que desplaza la opinión.
La opinión nunca es una pregunta. La opinión siempre es una respuesta,
una respuesta yo diría anquilosada: ya está, es lo dado. Los médicos,
los odontólogos generalmente dicen: “Es así, la realidad no se puede
cambiar”. Y ésta es la utopía filosófica. Como ustedes saben, la ignorancia
no es la reacción de aquél que no contesta una pregunta, sino de aquél que
siempre tiene una respuesta para todas las preguntas. Entonces el lugar de
la filosofía es desplazar las opiniones de lo dado, el mundo de lo dado.
Esta es la cuestión de la modernidad (…) donde se ve el rol de la filosofía
en cada uno de los países. Hay países en que la filosofía se tornó más
metafísica, nada que ver con lo real. Hay países en que se le vinculó más a
la cuestión de la salud, hay países donde se diluyó a partir de las reformas
educativas y se transformó, por ejemplo, en formación ética y ciudadanía.
Entonces, digamos que la filosofía ha tenido distintos roles a partir
de las reformas. Y la filosofía incide en lo real, es un discurso crítico que
incide en lo real. Esto lo saben en la historia de los filósofos. Cuando a
Sartre lo iban a tomar preso, un ministro de De Gaulle dijo “no tomen preso
a Voltaire”. De Gaulle era un estadista. Entonces ésta es una cuestión muy
importante. A Santo Tomás de Aquino, patrono de la iglesia, lo corrió la
Inquisición. Es decir, la filosofía tiene algo que ver con lo real.
Entonces, en la encuesta que hemos trabajado arduamente, con mucho
rigor, hemos trabajado la organización institucional, es decir el cómo
se organizan institucionalmente los estudios filosóficos.
¿Cuál es la formación de los profesores de filosofía? Hay países donde
los abogados, la gente de otras disciplinas instituyen y reducen el
concepto de lo que es filosofía y no trabajan filosóficamente abriendo la
posibilidad de un pensamiento que recupere lo propio. El famoso Sapere
Aude de Kant. Cuál es la relevancia de la enseñanza de la filosofía. Y
esto tiene que ver con la cantidad de horas y con la modalidad como se
enseñan esas horas.
Es un trabajo muy arduo pues, en un país la filosofía es metafísica, es
“a–ideológica”, no tiene nada que ver con las prácticas sociales, no tiene
nada que ver con la modificación de lo real. Está ahí, es muy importante,
todo el mundo la valora. Pero la incidencia en lo histórico, el corte en lo
histórico, el meterse en la realidad no tiene nada que ver. Por otro lado,
no en todos los países se leen los filósofos propios de cada país. Se leen
filósofos de otros países. Se lee la filosofía universal. Está la cuestión de la
dialéctica entre lo particular y lo universal.
Todos somos humanistas, pero no todos jugamos para la misma humanidad.
Hay los que jugamos por una humanidad más chiquita, en que quepa
menos gente y otros por una humanidad más amplia. Y por eso es muy
importante este Día de la Filosofía que, por suerte, ha instituido la UNESCO
y que tiene que ver con esto de humanizar las prácticas. Las prácticas sociales
emiten sentido y uno puede leerlas metalingüísticamente.
La filosofía tiene que ver indirectamente con la política, pero incide.
Hay un texto de Decombes, en inglés, que se llama La filosofía lo mismo
y lo otro. Qué hacemos con el tema del otro. Si es diferente a mí y se viste
diferente a mí, ¿ya es irracional?, ¿es absolutamente otro?, ¿es absolutamente
irracional y por lo tanto no puede entrar en una comunidad, donde
vivamos juntos?, ¿yo tolero al otro?, es decir, no me lo banco, pero lo tolero.
¿O lo acepto, tal como es, con sus virtudes y sus defectos? Trato de
pensarme con el otro.
Hay un texto de Ricoeur que se llama El sí mismo como un otro. Es
decir constituyo mi subjetividad en la práctica social y en la práctica áulica,
con el otro. Mi subjetividad depende del otro. El otro me interpela, una
mirada sospechosa del otro ya me está diciendo algo.
Las actitudes, yo leo siempre actitudes, porque las actitudes tienen
que ver con las representaciones cognitivas que nos hacemos. No siempre
las actitudes tienen que ver con nuestras representaciones y, a veces
decimos cosas, monolingüísticamente como dice Taylor, un filósofo canadiense,
pero no siempre lo traducimos actitudinalmente. Esta encuesta,
por ejemplo, tiene que ver con el uso de los manuales, a saber, en qué
medida se enseña filosofía haciendo hincapié en los manuales. En una
historia ya hecha, se historiza la filosofía. En qué medida hay compilaciones
originales en cada uno de los países o se da lugar a la importación. Se
importa el producto: los mercaderes importan la mercadería; los filósofos
importamos los paradigmas. Bueno, en qué medida utilizamos una cuestión
que tenga que ver con recuperar lo propio, como dice ese artículo
brillante de Paul Ricoeur, La dialéctica entre las culturas particulares y las
culturas universales.
Finalmente, cuál es el impacto en la vida político-social. Hay una respuesta
de cada uno de los miembros. Hay una ausencia, muchas veces,
de la reflexión filosófica en la opinión pública de algunos países. En qué
medida se genera un sentido. Cuál es el rol más pedagógico en la formación
de los futuros jóvenes, de los futuros líderes.
Ustedes saben que la infancia de una gallina dura una semana; la de
un humano dura doce años. Se requiere mucho tiempo para formar una
mente humana. Y para formar líderes que den una humanidad más vivible,
más habitable, se requiere mucho tiempo. Nosotros, en Argentina, organizamos
las “Olimpíadas Nacionales de Filosofía”. Esto requiere formar
líderes y lleva mucho tiempo. No es un pistoletazo del espíritu como dice
Hegel. Requiere de las mediaciones. Y cuál es la relevancia cultural. Una
época puesta en conceptos, suele decirse que es la filosofía. Estos son
algunos de los infinitos puntos de la encuesta. He tratado de sintetizar al
máximo y disculpen el oficio de profesor.
decir constituyo mi subjetividad en la práctica social y en la práctica áulica,
con el otro. Mi subjetividad depende del otro. El otro me interpela, una
mirada sospechosa del otro ya me está diciendo algo.
Las actitudes, yo leo siempre actitudes, porque las actitudes tienen
que ver con las representaciones cognitivas que nos hacemos. No siempre
las actitudes tienen que ver con nuestras representaciones y, a veces
decimos cosas, monolingüísticamente como dice Taylor, un filósofo canadiense,
pero no siempre lo traducimos actitudinalmente. Esta encuesta,
por ejemplo, tiene que ver con el uso de los manuales, a saber, en qué
medida se enseña filosofía haciendo hincapié en los manuales. En una
historia ya hecha, se historiza la filosofía. En qué medida hay compilaciones
originales en cada uno de los países o se da lugar a la importación. Se
importa el producto: los mercaderes importan la mercadería; los filósofos
importamos los paradigmas. Bueno, en qué medida utilizamos una cuestión
que tenga que ver con recuperar lo propio, como dice ese artículo
brillante de Paul Ricoeur, La dialéctica entre las culturas particulares y las
culturas universales.
Finalmente, cuál es el impacto en la vida político-social. Hay una respuesta
de cada uno de los miembros. Hay una ausencia, muchas veces,
de la reflexión filosófica en la opinión pública de algunos países. En qué
medida se genera un sentido. Cuál es el rol más pedagógico en la formación
de los futuros jóvenes, de los futuros líderes.
Ustedes saben que la infancia de una gallina dura una semana; la de
un humano dura doce años. Se requiere mucho tiempo para formar una
mente humana. Y para formar líderes que den una humanidad más vivible,
más habitable, se requiere mucho tiempo. Nosotros, en Argentina, organizamos
las “Olimpíadas Nacionales de Filosofía”. Esto requiere formar
líderes y lleva mucho tiempo. No es un pistoletazo del espíritu como dice
Hegel. Requiere de las mediaciones. Y cuál es la relevancia cultural. Una
época puesta en conceptos, suele decirse que es la filosofía. Estos son
algunos de los infinitos puntos de la encuesta. He tratado de sintetizar al
máximo y disculpen el oficio de profesor.
*Profesor y Licenciado en Filosofía, Universidad de Buenos Aires,
Diplôme d’Études Approfondie de la Université de Paris VIII, Consultor de
UNESCO y Organización de Estados Iberoamericanos.
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